El caso Contador

0,00000000005 gramos. O lo que es lo mismo, 50 picogramos de clembuterol fue todo lo que encontraron en el organismo de Alberto Contador en un control rutinario que le realizaron en el Tour de Francia 2010. Cuando se descubrió la noticia, el mundo del ciclismo se derrumbó. Una de las pocas esperanzas que le quedaban al ciclismo, después de tantos desengaños debido a los continuos positivos que se iban haciendo públicos, se diluía en 50 picogramos de clembuterol.

Aunque en un principio, parecía absurdo que sancionasen a Contador por tal cantidad, ya que queda demostrado (y, sinceramente, no hace falta ser un experto) que no es posible que tan poca cantidad de clembuterol pueda mejorar el rendimiento de un deportista, lo cierto es que parece bastante seguro que al ciclista de Pinto le vaya a caer una sanción, como poco, "simbólica".

Y digo simbólica porque hace pocos días la Federación Española de Ciclismo hizo pública la sanción de un año para Contador. Si algún corredor da positivo por una sustancia de las consideradas prohibidas, automáticamente se le impone una sanción de 2 años y la retirada del 70% del sueldo del ciclista (algo inédito en el mundo del deporte).
En el caso de Contador, asumen que puede ser que esos 50 picogramos de clembuterol llegaran a su cuerpo por accidente. Como por ejemplo, al consumir un filete de una vaca intoxicada con esta sustancia; tal y como alegó el propio ciclista nada más hacerse público su supuesto dopaje.

Por lo tanto, si se considera que Contador no consumió voluntariamente sustacia alguna, parece absurdo que le vaya a caer un año de sanción y que además, le vayan a quitar el triunfo que consiguió en la ronda gala el pasado año.

Si el ciclismo ya estaba muy tocado por los continuos casos de dopaje que aparecen sin parar, sancionar al que es hoy por hoy, el mejor ciclista del momento por una sustancia que no consumió voluntariamente no hará más que empeorar la maltrecha imagen que se tiene del ciclismo a nivel mundial.